sábado, 29 de agosto de 2009

Breve historia del salto de longitud (el día que voló Powell)

Hoy voy a hablar de atletismo (que recientemente han sido noticia por los campeonatos mundiales al aire libre celebrados en Berlín hace apenas unos días) y en particular de la especialidad de salto de longitud. Esta prueba atlética, que ya era olímpica en los JJOO de la antigüedad, da buena cuenta de la evolución física del hombre a lo largo del último siglo. Ya en el año 1874 se superó por primera vez en la historia la marca de los 7 metros con un salto de 7,05 m. Posteriormente, en 1900 se alcanzó exactamente los 7,50 m. En 1925 William Hubbard se acercó a los, en aquel momento inalcanzables, 8 metros usando una técnica similar a la que hoy en día utilizan los saltadores. Hubbard estableció la nueva marca de 7,89 m.

El límite de los 8 metros fue batido definitivamente por el gran Jesse Owens al saltar 8,13 m. en 1935, un año antes de deslumbrar al mundo en los JJOO de Berlín. En aquellos juegos, Owens se hizo con las medallas de oro de 100 m., 200 m., 4x100 m. y salto de longitud ante un Hitler furioso. Fue en aquellos juegos cuando Owens dijo una de las frases más famosas de la historia del atletismo. Se le acercó una periodista aria y le preguntó si se sentía orgulloso de su raza. Él, sonriendo, contesto "sí claro, estoy orgulloso de la raza humana".

Jesse Owens
Ralph Boston en 1960 terminó batiendo el récord de Owens 25 años después al llegar hasta los 8,21 m. y más tarde el mismo Boston dejó la plusmarca mundial en 8,35 m. Y de esta forma llegamos hasta los JJOO de México de 1968, que fueron mágicos para el atletismo. Se batieron 22 récords mundiales, se bajó por primera vez en la historia la marca de 10 segundos en 100 metros, de 20 segundos en 200 metros y Dick Fosbury sorprendió a todos al ejecutar el salto de altura con una nueva técnica: curvar la carrera y saltar el listón de espaldas. Una de las ayudas que tuvieron los atletas en estos Juegos fue indudablemente la gran altura a la que se encontraba la villa olímpica defeña: 2.240 m, donde la fuerza de atracción gravitatoria es menor que al nivel del mar. Pero la menor gravedad no es razón suficiente para explicar la hazaña que logró Bob Beamon en aquellos Juegos, ya que destrozó la anterior plusmarca de 8,35 m. al superarla en ¡55 centímetros! Bob Beamon cuando llegó a México tenía una mejor marca personal de 8,33 m. y nadie esperaba lo que iba a ocurrir. Su salto se fue hasta los 8,90 m. y en su momento fue catalogado como una marca del siglo XXI. Tras este salto, Bob Beamon jamás volvió a superar los 8,22 m. Curiosamente el saltador Lynn Davies, campeón olímpico en los JJOO anteriores (Tokio 1964) llegó a afirmar que Beamon se había cargado la prueba. Pueden ver el fantástico salto de Beamon en el siguiente vídeo:



El 30 de Agosto de 1991, el estadio olímpico de Tokio asiste a la final de salto de longitud de los III Campeonatos Mundiales de atletismo al aire libre. Se espera un intenso duelo entre los dos saltadores del momento: Carl Lewis y Mike Powell. Lewis es un portento físico poseedor de una gran fuerza y explosividad que le lleva a conseguir los oros en 100 m. y 4x100 m. en estos Campeonatos, pero su técnica y precisión en la batida es menor que la de Powell, ya que éste se dedica exclusivamente al salto de longitud. Aunque la altura en Tokio no ayuda, esta final de salto de longitud es, sin duda, la mejor de la historia. En ella se produjeron saltos espectaculares uno tras otro. Veamos a continuación el desarrollo de la competición salto a salto de estos dos grandes atletas.

  • Primer salto:
    - Powell salta 7,85 m. Parece haber empezado frío.
    - Lewis salta unos magníficos 8,68. Bate así el récord de campeonatos (recúerdese que antes de Tokio 91 sólo se habían celebrado dos campeonatos mundiales), aunque iba a disfrutar de una vida corta.
  • Segundo salto:
    - Powell le enseña los dientes con 8,54 m.
    - Lewis hace nulo.
  • Tercer salto:
    - Powell lo intenta, pero sólo vuela hasta los 8,29 m.
    - Lewis llega hasta los 8,83 m. La gente no da crédito a la marca. Es la tercera mejor de la historia. El viento le ha ayudado al ser superior a +2 m/s.
Se produce la criba y sólo siguen los ocho mejores saltadores. Evidentemente Lewis y Powell siguen adelante. Powell seguirá saltando antes que Lewis al tener peor marca que su rival en los tres primeros saltos.
  • Cuarto salto:
    - Powell salta y los jueces levantan la bandera roja indicando que el salto es nulo. No puede creerlo. Su salto parece haberse ido hacia los 8,80 m. Se queja ante los jueces porque sabe que la batida ha sido bastante justa. Se dirige a la plastilina, observa desesperado que está levemente pisada y se resigna ante la evidencia.
    - Lewis, cada vez más seguro de su victoria, salta unos imposibles 8,91 m. De nuevo, la gente no puede creer lo que ven sus ojos. Es un nuevo récord del mundo. Sin embargo el viento vuelve a ser superior a +2 m/s y la IAAF (máximo organismo mundial del atletismo) no homologa ninguna marca realizada a más de +2 m/s. Beamon puede respirar porque sus 8,90 m. se mantienen como plusmarca mundial. Evidentemente, a efectos de la competición la marca siempre es admitida como registro independientemente del viento que haya y por tanto Lewis se lo pone aún más difícil a Powell.
  • Quinto salto:
    - Powell tiene que jugársela. Salta y literalmente vuela hasta ¡8,95 m.! Lewis queda asombrado. El salto ha sido efectuado con una velocidad de viento de apenas +0,3 m/s. La aparente eterna marca de Beamon ha sido destronada. Powell se vuelve loco de alegría, pero aún debe esperar dos saltos de Lewis.
    - Lewis salta unos increíbles, pero insuficientes 8,87 m. ¡y con viento en contra! ¿Que habría hecho con viento a favor? El nivel de la competición está siendo brutal y Powell, incluso tras batir el récord del mundo, teme por su medalla dorada.
  • Sexto salto:
    - Powell renuncia a su salto y espera a que Lewis no supere lo imposible.
    - Lewis lo vuelve a intentar y se queda en otros geniales 8,84 m. No puede creerlo, ha perdido el campeonato mundial de salto de longitud a pesar de realizar 4 saltos consecutivos de más de 8,80 m. Un único salto colosal de Powell le ha bastado para coronarse como el mejor del mundo. Pero... ¿Y si la ciudad no estuviera a tan poca altura como lo está Tokio? ¿Y si hubiera sido en México? ¿Y si el viento hubiera ayudado en los 8,95 m. de Powell o en los 8,87 m. de Lewis?

Un resumen del concurso se puede observar en esta tabla:

Salto \ AtletaMike PowellCarl Lewis
1º Salto 7,85 m.8,68 m. (CR)
2º Salto8,54 m.Nulo
3º Salto8,29 m.8,83 m. (viento > 2,0 m/s)
4º SaltoNulo8,91 m. (viento > 2,0 m/s)
5º Salto8,95 m. (WR)8,87 m.
6º SaltoRenuncia8,84 m.

En el siguiente vídeo puede seguirse la prueba a partir del tercer salto de Lewis (que es cuando se empiezan a realizar los mejores saltos):



Como curiosidad, antes de que se celebrara esta competición las tres mejores marcas que habían en salto de longitud eran: 8,90 m. de Bob Beamon, 8,86 m. de Robert Emmiyan y 8,74 m de Larry Myricks. Resulta sorprendente como Powell y Lewis destrozaron una y otra vez las mejores marcas de la historia en un solo día.

Los 8,95 m. son la actual plusmarca mundial de salto de longitud, pero en una ocasión estuvo muy cerca de ser batida. En el año 1995 y en la ciudad de Sestriere (Italia) el saltador Iván Pedroso voló hasta los 8,96 m. con viento a favor de +1,2 m/s. ¡Era nuevo récord del mundo! Desafortunadamente para él la marca no fue homologada por la IAAF como nueva plusmarca mundial, ya que justo en el momento del salto había un juez delante del aparato medidor de la velocidad del viento y por tanto la medida real fue incorrecta. El salto de Pedroso se rodeó de polémica, puesto que el saltador no era culpable de que el juez estuviera en el lugar inadecuado; pero la IAAF se mantuvo inflexible en su decisión. Pedroso se retiró con una mejor marca personal de 8,71 m. (lo consiguió en Salamanca) y con la sensación de haberle sido robado el nuevo récord del mundo. Su entrenador afirmó en alguna ocasión que Pedroso había logrado saltar en los entrenamientos más de 9 m., pero nunca quedó demostrado en competiciones oficiales.

Iván Pedroso
Hoy día la esperanza está en Irving Saladino y Dwight Philips. Saladino saltó 8,73 m. con viento a favor de +1,2 m/s apenas cuatro meses antes de los JJOO de Pekín 2008 y es el octavo saltador con mejor marca. Philips llegó a hacer 8,74 m. con viento en contra de -1,2 m/s hace menos de tres meses y pasó a ser el quinto saltador con mejor marca. En contra de Philips juega su edad, pues cuenta ya con cerca de 32 años; pero Saladino tiene 26 años y quién sabe si en un futuro será capaz de superar la plusmarca mundial actual.

Por último citar que Usain Bolt (plusmarquista mundial de 100 m., 200 m. y 4x100 m. con sólo 23 años) hace apenas unos días ha afirmado que está pensando si probar en salto de longitud. Teniendo en cuenta sus precedentes en otras especialidades de atletismo, yo si fuera Mike Powell empezaría a ponerme nervioso...

4 comentarios:

Dave dijo...

Sencillamente espectacular, el video de Powell vs. Lewis me ha puesto los vellos de punta. Increible como un atleta como Lewis, sin ser su prueba principal, puede hacer frente a un especialista de esa forma tan portentosa. Ha sido una final espeluznante, el resto de participantes debían estar pensando ser de un universo inferior. Esperemos que pronto se bata esa plusmarca, y si es de manos de alguien como Bolt, el espectáculo está asegurado, esperemos que no le repercuta en la velocidad si lo intenta.

Anónimo dijo...

Si a esto lo llamas breve para tí largo tiene que medir más que doce mil blasfemias.

Jorge Ramiro dijo...

Es importante relacionar las materias que vemos en el colegio con la vida diaria y creo que la matematica la podemos vincular con el deporte asi también como la física. Como en estos momentos estoy estudiando matematica para un examen, me informo mucho y trato de buscar en internet para responder a que es longitud

Quiqueag dijo...

Carl Lewis ha sido uno de los atletas mas tramposos de la historia. Algún día se conocerá su historia. Además, carecía de estilo.